martes, 7 de marzo de 2017

Rabanales - Miranda Do Douro - Pino del Oro










Distancia: 120km
Altitud Máxima: 860m
Altitud Minima: 524m
Desnivel Positivo: 1800m aprox.


Comenzamos el día, como tantas otras veces, en el bar. Después de un café para empezar la mañana y con un ojo puesto en el cielo vigilando los nubarrones cambiantes que nos acompañan, salimos hacia el pueblo desde el cual comenzaremos nuestra aventura de hoy, Rabanales. Situado en la zona de Aliste, conocida por su exquisita carne de ternera y unas sinuosas carreteras que hoy nos disponemos a disfrutar.

Al llegar comenzamos con los preparativos y la suerte, o mas bien la mala suerte quiso que al montar en la bici para probar su correcto funcionamiento un cristal se clavara en mi rueda. El resto del equipo ni siquiera se había cambiado aún y yo ya había pinchado.

Me dispuse a cambiar la cámara con Luis y Javi que entre risas me echaron una mano. Dani, sabiamente, prefirió irse al bar.

Y como las cosas hay veces que no están por salir bien, el potente brazo de Javi o una válvula defectuosa (yo me inclino por lo, primero) hicieron añicos la camara nueva, con la consiguiente cara de poker de los cuatro. 
Rueda: 2-Equipo: 0

Hacia las 10:30 de la mañana conseguimos domar la rueda y comenzar nuestro camino con dirección a Alcañices. La temperatura no acompañaba estando a unos 3°C y con un aire considerable pero tras dos repechos elegantes entramos en calor y continuamos por las carreteras de nuestro país vecino, Portugal.

La falta de tráfico nos hacía disfrutar del trayecto que pasaba por pequeños pueblos como eran Sao Martinho de Angueira, Cicouro, Constantim o Ifanes, todos ellos en nuestro camino a la conocida ciudad de Miranda do Douro.

Miranda se encuentra situada en una zona alta desde donde se divisan unos paisajes preciosos con un valle en el que se encuentra una presa que supone la frontera entre los dos países.

Y precisamente a ella nos dirigimos. Tras una bajada de las que hacen coger gran velocidad, atravesamos la presa que cruza el río Duero y comenzamos la dura subida que nos lleva a tierras de Sayago. Dura para algunos, claro, otros la subieron cantando. Con una buena sudada y con el viento a favor el sol intentaba asomar a duras penas entre las nubes grises que nos acompañaban durante toda la mañana.

Después de los contratiempos del principio de la mañana no íbamos muy bien de tiempo, pero la parada de rigor para tomar un tentempié había que hacerla de todas formas. Hay cosas que no se perdonan. Y decidimos parar en Moralina de Sayago, casualidades de la vida que en el bar donde entramos nos encontramos con varios compañeros ciclistas que estaban a lo mismo que nosotros. Nos comentaron que ellos venían de Zamora y que después de estar toda la mañana con el aire en contra, la vuelta les tocaba soplar a favor.

Suerte la suya porque a nosotros nos quedaba la peor parte. Después de una bebida y un rico montadito de lomo seguimos la carretera que nos llevó a dar a una de las zonas más bonitas por las que pasamos, el Puente de Pino del Oro que divide la zona de Sayago y Aliste. Un curioso puente hecho entero de metal y que como dice Javi "lo han puesto sobre dos piedras". Después de una bajada de curvas hasta el puente, comenzamos la subida hasta Pino del Oro. 

Para mi ya había comenzado la peor parte porque aquí me empezaron a fallar las fuerzas y todavía me quedaba mucho. Enlazamos con la carretera Nacional 122 de camino a Fonfría y con un aire en contra insoportable. Ante las condiciones adversas Dani tira delante y nosotros a chupar rueda.

Desde Fonfría continuamos de camino al siguiente pueblo, Vide de Alba, justo antes de cruzar el río Aliste que da nombre a esta zona y que venía muy por debajo de su caudal para esta época del año. Una pena.

Después de cruzar Vegalatrave y Domez de Alba pasamos por Gallegos del Río, un pueblo con una cuesta considerable que hacía mella en lo que quedaba de mis piernas. Mis compañeros se turnaban para acompañarme a un ritmo más lento y Luis me iba dando conversación para intentar animarme. A estas alturas no me quedaba mucho humor.

Al pasar Valer de Aliste, Javi pinchó y él y Dani quedaron atrás mientras Luis y yo continuábamos hasta Bercianos de Aliste, acomañados del incesante aire que soplaba en nuestra contra.

En el segundo repecho después de cruzar Bercianos nos alcanzaron Javi y Dani, así pudimos llegar los cuatro juntos de nuevo a nuestro punto de partida que, cómo no, terminaba después de una pronunciada subida. Duro final para una ruta larga y dura por la meteorología y los continuos subeybajas. 

Pero todo sacrificio tiene su recompensa y la nuestra nos esperaba en forma de chuletas y mollejas en el restaurante El Matellan. 

Eso si que es un buen final para un día de bici.





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En resumen...

(Me viene a buscar Dani. Vamos al bar. Tomamos café. Dani se hace caca. Cargamos las bicis de los dos penitentes que faltan.)
- No entran.
- Esa bici es muy larga.
- Compras telares.

(Salimos para Rabanales.)
- ¿Por donde se va?
- Es por aquí.
- No tienes ni puta idea.
- Va a hacer malo.
- Que no, mira, sale el sol.

(Llegamos y pincho.)
- Lo raro es que no hubieras pinchado antes.
- No tienes ni puta idea.
- Hincha tu.
- Esto no hincha.
(Frozen rompe la válvula.)
- Estaba mal.
- Estas muy fuerte.

(Salimos. Hace frío. Hace aire.)
- No vamos bien, era para el otro lado.
- Culpa de Luis. 

(Javi y su palo. Dani con su cámara.)
- Costi come.
- Que no, que desayune fuerte.( error)
- Me hago pis.
- Que bonito Miranda! 
- El del palo al final se la pega...

(cuesta pa arriba. Javi canta. Parece un grajo.)
- Hoy era la carrera esa...
- ni puta idea.
- Paramos a tomar algo?
- Claro!
- Este pueblo tiene bar?
- Mira unos carreteros!
- Son zamoranos.
- El lomo esta cojonudo.
- Javi no viene. Este se la ha pegao con el palo.
- A que sitios mas bonicos os traigo!
- Ya ves, lo pusieron sobre dos piedras. (Foto.) Costi que tal?
- Maaaaaal.

(Aire. Aire. Aire. Cuesta pa arriba. Aire. Aire. Aire. Mas cuestas pa arriba.)
- Como vas Costi?
- .

(Mas cuestas. Mas aire. Javi pincha. Repecho, repecho, repecho.)
- Ya no queda nada jato.
- A quien se le ocurrió terminar cuesta arriba?
- La culpa es de Luis.
- Teníamos que haberla hecho de al revés.

(Rabanales. Chuleta. Cerveza)

FIN






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